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Historia del Frío |
Antiguamente como la variedad de productos que se podían conservar era muy limitada, cuando el hombre consiguió avanzar en la agricultura y logró producción abundante de alimentos, se vio en la necesidad de buscar la manera de conservarlos para que no se echaran a perder. Aparecen así los métodos más antiguos para producir frío: la evaporación y el hielo. Ya en tiempo de la antigua Roma solían bajar nieve i hielo de las altas montañas y lo guardaban en pozos tapados con madera y paja. Allí enfriaban sus carnes, verduras y bevidas. La conservación de alimentos ha estado desde siempre una necesidad. Es por eso que los científicos del mundo se ocuparon de descubrir sistemas para refrigerar los productos y conservarlos durante más tiempo. En 1824 Sadi Carnot define el ciclo frigorífico. En este ciclo un fluido (el refrigerante) se hace pasar por un compresor que eleva la presión (y como consecuencia la temperatura). Pasa entonces por el condensador o el refrigerante cede vapor y una parte del vapor pasa a estado líquido. A continuación el refrigerante pasa por una válvula de expansión donde baja bruscamente la presión del mismo refrigerante, y va al evaporador ( el otro intercambiador) donde absorbe calor i enfría aire o agua que se destina a la refrigeración. En 1859 Ferdinand Carté inventa la primera máquina frigorífica que utiliza amoniaco. Este refrigerante se continua utilizando actualmente por sus excelentes propiedades termodinámicas y biodegradables. · El método de compresión es el más utilizado y su funcionamiento se basa en el denominado ciclo frigorífico.
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